Dragoblanco Seco

Mi primera aventura como enólogo fue a comienzos de los años 80. La uva Listán Blanco procedía de la parcela “Llano el Drago” en la Hollera, y pensé que esta variedad podría dar más de lo que ya conocíamos. Se me ocurrió un sistema de refrigeración con duchas en garrafones de 60 litros y el desfangado del mosto. Mientras, mi padre, Miguel Monje, me miraba por el rabillo del ojo: un "vinito", decía con dudas, que hasta sus amigos me concedieron el jocoso título de "químico". Sin embargo, ocurrió el cambio esperado y mi padre, amigos y público se enamoraban de la refrescante novedad.